Quedada Helibélula y entrevista a Nico.

Publicado: agosto 31, 2012 en Uncategorized

Después de una buena temporada sin escribir, son muchas las cosas que hay que contar en este mundillo de la aviación virtual. Quizás la más reseñable sea la quedada real que hemos hecho en Salamanca, donde hemos conocido personalmente a nuestro nuevo piloto virtual, Luis, alias P1KW («papa one kilo whiskey»). El hecho de conocer en persona a la gente con la que vuelas habitualmente y de la cual sólo tienes un avatar y un timbre de voz oido por Teamspeak, es algo absolutamente recomendable.

Bueno, no voy a aburriros con detalles. Hubo buena conversación (aunque no os lo creais, poca de helicópteros), buena comida y un mejor recuerdo de la visita. Lo que si voy a detallar es la visita organizada que hicimos a la base de Villaralbo (Zamora), en la cual estuvimos con Nico, piloto real de helicópteros, que amablemente nos atendió y contestó pacientemente las innumerables preguntas que llevábamos preparadas. Después de comer con él, el postre que nos tenía reservado fue una detallada explicación in situ, sobre el AS350 nuevecito de que dispone la base. Sistemas, motor, procedimientos, detalles, consejos y chascarrillos de un gran piloto de carácter humilde, que aguantó estoicamente la embestida de la Patrulla Helibélula. No sólo eso; aceptó contestarnos a una entrevista en toda regla, de la cual quiero dejar constancia, como muestra de respeto por la aviacion real, y particularmente, como agradecimiento a la dedicación que Nico nos prestó.

– ¿Cuándo o de que manera decidiste que el volar era tu vida y cuales fueron los pasos que fuiste dando hasta convertirte en lo que hoy eres?

Lo tenía decidido desde que tengo uso de razón, es decir, lo había visto en películas y mi interés por la aviación fue algo constante en mi vida, sin embargo no podía mostrarlo demasiado, ni teníamos medios para considerarlo una opción, ni lo fue hasta prácticamente el último momento. Mi padre quería que fuese ingeniero de montes, y yo no quería decepcionarle, pero fue sencillamente demasiado fuerte como para ignorarlo, así que tras echarle huevos y decírselo le di un disgusto de pelotas, pero me ayudó, y siempre lo hizo, aunque creyese que me estaba equivocando.
Empecé en los aviones, que me parecían alucinantes, pero ni había salidas, ni tenía enchufes, ni posibilidades reales de colocación a corto plazo. Lo hice en Salamanca, en Matacán, y allí aprendí mucho. Mi padre consiguió meterme a trabajar como operador de un AT802 (avión antiincendios), ya que era el mundillo en el que él podía ayudarme, y lo aproveché, porque allí descubrí mi pasión por los helicópteros.
En aquella campaña hubo muchos incendios, fue un verano calentito. Estando en la base de El Maíllo (Salamanca), salió un incendio bastante grande cerca de La Iglesuela (Toledo), y empezaron a aparecer por nuestra base bastantes medios aéreos, principalmente helicópteros. Yo estaba alucinando con esas máquinas, me parecían sencillamente increíbles, no sabía nada de esos cacharros, y me picaba tanto la curiosidad que no pude resistirme. Los helicópteros se iban moviendo en torno al depósito de combustible de la base, esperando su turno para repostar, y cada vez que se iba a mover alguno, ahí estaba yo, de pies al lado de esas maravillas, esperando al comandante, para pedirle si me podía subir con él, aunque fuese en el maletero. Pude montar en Bell 212 y en Kamov 32, entre otros.
Aquello fue revelador. Se me abrió una ventana a otro mundillo dentro de lo que me gustaba desde pequeñito, con muchos más aspectos que me apasionaban que los que encontraba en los aviones.
Tuve que volver a echarle narices y pedirle el dinero a mi padre, para poder pagarme el “curso puente” para pasar al helicóptero, y debió ver algo en mí, porque no me puso un solo problema, y me animó a seguir.
Me fui a Portugal, porque quería huir de la Aviación Civil en España, además, quería una licencia JAR, y España no podía dármela, así que iba hasta allí, me pasaba periodos de 15 días donde volaba de forma intensiva y volvía, para que fuese menos costoso para mis padres, mientras seguía desde casa con todas las teóricas por mi cuenta. Tenía un tutor al que le mandaba mis dudas de los libros que me iba leyendo, y así saqué la licencia.
Tuve mucha suerte, siempre la he tenido. Nada más salir me contrataron, me pusieron a volar en el Sokol donde me dieron la habilitación y tuve comandantes/instructores fabulosos. Me enseñaron muchísimo, les debo todo lo que sé cuando estoy ahí arriba.

– ¿Porqué elegiste el helicóptero en lugar del ala fija? ¿Cuales son las diferencias, desde el punto de vista profesional?

Vaya por delante que guardo un enorme respeto a mis compañeros del avión. Me encanta lo que hacen, y en muchas situaciones tienen el mismo mérito que los helicopteristas, o más.
Lo escogí porque sencillamente me gustó más, me pareció como si el helicóptero tuviese una dimensión más, totalmente nueva y distinta, como si realmente el piloto formase parte de la máquina, mientras que en el avión me sentía como un mero paquete siendo transportado de un sitio a otro. En el helicóptero, sencillamente me siento diferente. Los moteros lo entenderéis bien, es como la diferencia entre conducir un coche y una moto. Sencillamente abismal.
El mundo del helicóptero no tiene el glamour de los aviones, ni tiene, en muchos aspectos, condiciones tan favorables para el piloto. Yo suelo decir que es la ovejita negra de la aviación, ya que en general las condiciones son peores, tanto desde el punto de vista humano como profesional. Nos tienen en cobertizos perdidos en el monte, abandonados durante guardias de 22 días al mes. Los sueldos no tienen nada que ver, aunque ahora se están igualando las cosas, pero aun hay diferencias. Las condiciones de trabajo van siempre al límite, al menos en mi trabajo, los incendios. Salimos siempre al tope de lo que da la máquina, con altísimas temperaturas, con incendios en altura, con poco margen de maniobra y muchísimos posibles problemas que nos pueden tirar al suelo en el peor de los sitios.
Uno de mis instructores, el mejor piloto portugués con el que he tenido el gusto de volar, Artur, me dijo que un piloto de avión, es incapaz de volar y menos aterrizar un helicóptero sin instrucción previa, en cambio, un piloto de helicóptero tiene muchas más posibilidades de volar y aterrizar un avión sin instrucción previa. Yo estoy de acuerdo.
Aunque las condiciones en general sean peores… Yo no lo cambio. Las sensaciones que me aporta volar un helicóptero son sencillamente mejores.

– ¿Cómo llegas a ser piloto de extinción de incendios? ¿Cómo y dónde se forma un piloto de helicópteros en la extinción de incendios?

Al terminar en la escuela, con tu licencia de la mano, necesitas tener suerte y conseguir trabajo en una empresa que crea en ti y que te dé la habilitación. Lo normal es que consigas trabajo en la extinción, ya que es donde hay más necesidad, y desde ahí, progresar, primero como copiloto, y luego como comandante. Lo más difícil es entrar, sin duda alguna.
Hay cursos que dan en escuelas privadas, para poder acceder a los conocimientos necesarios, pero francamente, yo no soy partidario de esos cursos. Creo que la formación de verdad se da en la cabina de cada aeronave.

– ¿Cuentanos un día en tu vida cuando estás en la base?

Nada más llegar a la base (una hora antes de la apertura de la misma) hay que realizar la primera inspección al helicóptero, para verificar que está todo bien y después rellenar toda la documentación atestiguando que en efecto es así, que el helicóptero es aeronavegable y que se puede volar. Acto seguido, tras la apertura de la base, ya es decisión de cada uno como gastar el tiempo de espera hasta que hay un incendio. Personalmente suelo ir con la brigada a hacer ejercicio, y después mato el tiempo con series, películas, juegos de cartas y actividades de la base (¡¡ahora mismo estamos construyendo una barbacoa!!). Una vez cada dos-tres días suelo repasar una emergencia, imaginándome en la situación e intentando que mi respuesta en esa situación sea automática, casi un reflejo.
Aparte de eso me suelo encargar de otras labores que suelen surgir relacionadas con la empresa, que intento solucionar con el ordenador, y si no puedo, con el teléfono. Casi todo papeleo.
Todo esto queda en un segundo plano cuando surge un incendio. Ese momento en el que nos llaman por emisora para que salgamos, lo cambia todo. Suena la sirena, y nos dirigimos al incendio, con la brigada, a intentar apagarlo. Cuando terminamos y volvemos a base hay un montón de papeleo a rellenar que me ocupa bastante, así que intento descansar por si hay otra salida, y una vez descansado me pongo con el papeleo. Al terminar, de vuelta a la espera.
Y así todo el día.

– ¿Cómo ves el futuro de los pilotos, especialmente de los de helicópteros después de las últimas pruebas que se están realizando con helicópteros de todo tipo pilotados por control remoto?

No creo que por ahora los controlados remotamente sustituyan a los “tradicionales”. Sencillamente me parece que falta mucho para eso. El futuro es difícil, está muy complicado y bastantes pilotos se quedan en el camino, por la falta de oportunidades y por el mercado actual, pero creo que al final se coloca un porcentaje alto de los que consiguen acabar el curso.
Llegará un momento en el que se controlarán remotamente, pero por ahora sigue lejos ese panorama.

– ¿Has usado o usas en tu formación profesional los simuladores?

Sí, en mi formación recibí instrucción en varios simuladores, tanto en avión como en helicóptero. Tuve la oportunidad de ir al centro de simuladores de Senasa en Barajas donde recibí un curso magnífico de coordinación en cabina, y son impresionantes, pero también probé otros de carácter profesional como los FRASCA.
De pequeño, me habría gustado adentrarme más en ese mundillo, con un Flight Simulator o similares… Cuando cambie de ordenador, consiga uno más potente (creo que no vale cualquiera), y saque tiempo (fundamental) me gustaría explorar más el realismo de todo ese mundillo, ya que me atrae bastante.

– ¿Tienes alguna relación con «el mundo virtual»? ¿Cómo lo ves, crees que aporta algo interesante?

Lamentablemente no tengo relación con el mundo virtual aeronáutico, ya que carezco de tiempo suficiente, aunque como ya he dicho me gustaría.
Por supuesto que aporta algo interesante.
En mi vida profesional he coincidido con mucha gente que terminaba en esto de casualidad, que no sabía que hacer en su vida, y se decidieron por esto.
Lo respeto, pero no me parece lo idóneo. Este trabajo necesita un componente vocacional importante en cada uno, y francamente, admiro a mis compañeros en los que veo ese componente. Toda la gente que persigue estar cerca de esta profesión, practicarla aunque sea de manera virtual, conociendo más y más de lo que rodea estas fabulosas máquinas… Me merece exactamente el mismo respeto que mis compañeros pilotos.

– Cualquier cosa que quieras aportar… será bienvenida.

Uff… Ya me he enrollado bastante… Vaya chapa acabo de soltar…
Desde la Patrulla Helibélula, MUCHAS GRACIAS NICO.

Un abrazo.

comentarios
  1. Nico dice:

    Gracias a vosotros por la visita y la comida chicos, de verdad fue un placer pasar un rato tan agradable con apasionados como vosotros.
    ¡¡Hasta pronto!!

  2. Luis "P1KW" Buiza dice:

    Una gozada la visita, a destacar la paciencia, el saber, y la cualidad humana de Nico, que no solo contestó todas nuestras dudas, si no que ademas nos enseñó hasta el ultimo entresijo del helicóptero.

    Saludos!

  3. aurorblack dice:

    Genial la entrevista, espero este blog siga creciendo con contenido tan interesante como este, yo soy todavia un noob en esto de ser piloto virtual, espero con dedicacion y esfuerzo llegara ser tan bueno como ustedes jejejejejeje, saludos desde Mexico y que el blog siga para mejor.

Replica a Nico Cancelar la respuesta